viernes, 20 de enero de 2017

El factor de impacto de las revistas

La entrada de hoy no va estar basada en su mayor parte en contenido propio, si no que básicamente haré referencia a dos artículos que me parecen muy interesantes. El tema de hoy está dirigido a personas con conocimientos básicos sobre investigación y publicación en revistas, ya que se van a tratar cuestiones que pueden resultar excesivamente técnicas o farragosas para quienes no están familiarizadas con este tipo de contenidos.

El factor de imparto es una fórmula matemática empleada para medir la importancia/calidad de una revista científica determinada, basándose en el número de veces que se citan artículos publicados en la misma. A grandes rasgos, la idea que subyace a este método es que existe una relación entre el número de artículos citados y la calidad de la revista donde fueron publicados. De esta manera, se crea un ranking en el que se ordena, en torno a un tema determinado y en función del valor del factor de impacto adquirido, a las diferentes revistas del sector.

El método no está exento de críticas y controversias. Se puede incluso manipular. A este respecto, merece la pena leer el siguiente artículo publicado en un blog, donde podemos leer cosas como las siguientes:

El factor de impacto es una medida que carece de fiabilidad y validez. (...). Es un indicador métricamente muy cuestionable. Y lo es sin necesidad de que nadie lo piratee. Pero más cuando hay gente que, intencionalmente, pone de su parte para introducir ruido, para que revistas irrelevantes vean su factor de impacto disparado. De este modo, investigadores que publican en revistas mediocres pueden aparentar tener mejores currícula de lo que les correspondería. E investigadores que merecerían un puesto de trabajo pueden perderlo, por la distorsión introducida por algunos grupos de investigación que piratean desde la inmoralidad y la irresponsabilidad un indicador social y profesionalmente relevante.”

Recientemente, Miguel Santos y Luis Fernández-Ríos han publicado un artículo titulado “El factor de impacto y el futuro de las revistas académicas. El riesgo de patologización”, que se puede leer pinchando en el título.

Es un trabajo muy interesante y de lectura más que recomendable, en el que se advierte acerca de los riesgos del uso del factor de impacto y de la relevancia que se está dando al hecho de que los profesionales publiquen, entrando en una carrera en la que la calidad y relevancia de los contenidos compartidos brilla por su ausencia.

Dejo aquí algunas frases del trabajo que me parece importa resaltar, recomendando de nuevo su lectura completa:

El dilema en la cultura universitaria actual de no pocos países es publish or perish, publicar o perecer. Publicar artículos en revistas con factor de impacto se ha convertido en algo prioritario dentro de la cultura epistémica universitaria (…) El investigador que no lo tenga [el factor de impacto] forma parte de un montón anodino de académicos sin mérito y dignidad científica”.

Parece ser que el factor de impacto está pensado para un mundo ideal, en el que los evaluadores son justos y competentes(...) las revistas de calidad y el correspondiente factor de impacto, constituyen un “ciclo competitivo perverso”, cuyas consecuencias son más negativas que positivas. Además, que un trabajo tenga factor de impacto bibliométrico no implica que el trabajo tenga impacto social”.

Las revistas académicas, en cuanto fabricadoras, productoras y transmisoras de artículos con factor de impacto, se convierten en una mercancía, y en un instrumento de control académico y social del conocimiento y del pensamiento de los investigadores. Como bien señalan Brembs, Button, y Munafò (2013): <<La atención prestada a la publicación en revistas de alta calidad puede distorsionar la comunicación de los avances científicos, tanto dentro como fuera de la comunidad científica>>”.

La búsqueda del factor de impacto puede llegar a controlar lo que los investigadores deben pensar y hacer”.

El índice de impacto actúa como mercancía de intercambio entre investigador y organización universitaria para satisfacer una necesidad individual, organizacionalmente impuesta. La lucha por el índice de impacto produce artículos como mercancía, pues se convierten en trabajo productivo y le añaden valor. Es así que un artículo publicado en una revista de calidad no crea, primordial y necesariamente, conocimiento, sino utilidad organizacional para su autor o autores”.

"Si tu factor de impacto es superior a 10, entonces puedes entrar. Si es más bajo, bueno..."

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