Me
he encontrado en el último número de la revista Papeles del Psicólogo con un interesante
trabajo, dividido en dos artículos y
titulado “Ideas equivocadas sobre la depresión y su
tratamiento”. Creo que es un
escrito muy útil como material divulgativo para personas que sufren
trastornos del estado de ánimo y que requieren asistencia sanitaria,
así como, tal y como indican los autores, para algunos profesionales
sanitarios que han asumido ciertas conclusiones como si fueran
ciertas, cuando en verdad no lo son. En
estos dos artículos se parten de 10 ideas halladas en medios de
comunicación digitales, manuales de psicopatología de prestigio e
incluso en alguna guía de práctica clínica y cuya veracidad o
falsedad se analiza a la luz de la evidencia científica disponible.
La
difusión masiva de información y su fácil e inmediato acceso,
especialmente a través de internet, ha crecido de forma vertiginosa
en los últimos años. Esto tiene innumerables ventajas, pero también
desventajas. En el caso de un conocimiento tan sensible como el
relativo a la salud, la información que se encuentra en algunas
páginas puede llegar a ser peligrosa en algunos casos. En general,
cada vez más personas saben cómo distinguir un sitio de internet
que sea fiable de otro que no lo es. O que, por lo menos, parezca
fiable. Lo alarmante es que, tal y como se describe en el citado
trabajo, en más de una ocasión podemos leer información falsa o
sesgada en portales y diarios electrónicos de prestigio o incluso
especializados en cuestiones sanitarias. Es
lógico esperar que una persona sin conocimientos sobre un tema
concreto se crea la información que encuentra colgada en un sitio
web del que se puede “certificar” su validez y rigurosidad. Sin
embargo, circula mucha información errónea sobre salud mental y
psicología clínica. Los autores del trabajo se centran en una
publicación y en unos manuales concretos, pero las ideas tratadas se
pueden ver en múltiples lugares, así como escuchar incluso en boca
de profesionales de no poco prestigio, lo cual probablemente no sea
hecho con ninguna mala intención; seguramente se trate de falta de
información. En cualquier caso, a los profesionales se nos debe
exigir tener un conocimiento amplio de aquellas cuestiones
fundamentales relacionadas con nuestro trabajo y a saber hacer lo que
se llama “lectura crítica” de artículos, libros, etc.
Lo
malo de la existencia y transmisión de las ideas erróneas sobre la
depresión que se van a enumerar es, tal y como se señala en los
artículo, que los principales perjudicados son las personas con este
tipo de problema, porque pueden terminar no recibiendo la ayuda
necesaria para su caso. Las 10 ideas analizadas son las siguientes:
Cuando
todo en la vida te va bien, puedes deprimirte
Como
se indica en el texto original, si bien esta afirmación es cierta,
no lo es la argumentación utilizada generalmente para llegar a tal
conclusión. Detrás de esta idea, según los autores, subyace la
hipótesis no demostrada de que la depresión es una “enfermedad”,
algo relacionado con algún tipo de alteración biológica
(desregulación de neurotransmisores, por ejemplo). Se trata,
entonces, de restarle importancia a los eventos y situaciones
estresantes como desencadenantes o causantes de la depresión. Sin
embargo, la depresión no se considera una enfermedad y ninguna
hipótesis de una posible causa biológica ha sido demostrada. Por el
contrario, el porcentaje de casos de depresión que vienen precedidos
por sucesos estresantes o cambios vitales importantes es muy alto
(80% en algunos casos). Por supuesto, la mayoría de personas tiene
que lidiar con diferentes estresores a lo largo de su vida y no
terminan mostrando síntomas de depresión. El camino que lleva a
este trastorno es más complejo (en muchos casos), pero aquí lo que
es importante resaltar es que lo que pasa en la vida de las personas
sí
afecta a su salud mental y que tal afectación no tiene entidad de
enfermedad.
La
depresión es una enfermedad crónica que nunca desaparece del todo
Esta
es una afirmación falsa y que tampoco defienden las fuentes que
critican los autores del trabajo. Aquí la crítica va dirigida,
nuevamente, a la argumentación que se utiliza, dirigida a apoyar el
uso de fármacos antidepresivos.
No
hay personas que finjan la depresión para conseguir la baja laboral
Este
es un punto complicado. Es comprensible pensar que la gran mayoría
de personas que aparecen en la consulta de un profesional de la salud
quejándose de síntomas que encajan con el diagnóstico de depresión
son honestas a la hora de narrar lo que les pasa. Un porcentaje
mínimo de personas, sin embargo, podría estar simulando estar
deprimido (en el texto original se cita una referencia que habla del
8%). Decía antes que es “complicado” porque al tener en cuenta a
ese porcentaje mínimo pueden darse situaciones en las que se piense
que una persona está fingiendo, cuando en realidad no lo está
haciendo, y eso lleve a que se le niegue la posibilidad de recibir un
tratamiento adecuado o conceder una baja laboral que puede ser más
que necesaria. Tengamos en cuenta que confiar en nuestro “ojo
clínico” exclusivamente puede llevar a errores en la
identificación de “verdaderos” y “falsos” casos. Y para
muestra, el clásico artículo de Rosen del que hablé hace poco.
Las
personas optimistas y extrovertidas se deprimen tanto como las que no
lo son
Ser
optimista, extrovertido, o ambas cosas no es un antídoto contra la
depresión. Hay personas deprimidas que tienen estos rasgos de
personalidad. Pero también es cierto que la investigación al
respecto ha puesto de manifiesto que las personas con estas
características tienen un riesgo menor de padecer un trastorno del
estado de ánimo, por
lo que se puede decir que funcionan a modo de factores protectores
(pero no inmunizan).
La
psicoterapia no cura la depresión / La psicoterapia no es eficaz en
la depresión grave, si no tan solo en la leve o moderada
De
entrada, hablar de “curación” cuando se ha señalado que no
estamos tratando una “enfermedad” puede resultar contradictorio.
Es mejor utilizar el verbo “curar” de manera metafórica para
entender a lo que se está haciendo referencia aquí: la psicoterapia
es eficaz para tratar la depresión. Desde
algunos ámbitos profesionales se insiste en que una depresión
“grave” no puede ser tratada sin medicación, que si se utiliza
la psicoterapia debe hacerse de forma combinada con fármacos. Esto
estamos cansado de oírlo muchos psicólogos clínicos cuando
trabajamos con otros profesionales sanitarios, principalmente
psiquiatras (no todos, por supuesto) que defienden esta idea como una
verdad incuestionable, cuando lo cierto es que existen estudios
válidos y fiables que demuestran que la terapia psicológica es
eficaz para la depresión, independientemente de la gravedad del
caso, y que añadir fármacos no suele aportar ningún beneficio
adicional. Es decir, la psicoterapia funciona bien por si sola para
abordar casos severos. El problema de este mito es que no se llega a
ofrecer a los pacientes la posibilidad de recibir un tratamiento
eficaz para su problema que no sea la medicación.
La
psicoterapia es menos eficaz que la medicación antidepresiva
Hay
personas deprimidas que han mejorado mucho gracias a la medicación.
Algunas personas han recibido psicoterapia y no ha sido eficaz. Otros
se benefician mucho de ella. Algunos otros han tomado antidepresivos
durante mucho tiempo y su estado no ha cambiado. Cada persona tiene
sus particularidades y no todos respondemos de la misma manera a los
tratamientos. Lo que es innegable, porque hay investigaciones que así
lo demuestran, es que no hay diferencias significativas entre la
efectividad general de la medicación y de la psicoterapia a favor de
la primera. No, los fármacos no logran mejores resultados por
término medio.
La
psicoterapia previene peor las recaídas y recurrencias que la
medicación antidepresiva
Lo
cierto es que sucede todo lo contrario: las personas que son tratadas
con psicoterapia tienen menor número de recaídas. Generalmente esto
se suele explicar aludiendo a que el tratamiento psicológico ayuda a
la persona a desarrollar sus propios recursos y estrategias de
afrontamiento, haciéndolo parte activa y protagonista de su proceso
de recuperación, de tal manera que cuando se vuelve a ver en
situaciones estresantes es capaz de arreglárselas para sobreponerse
a ellas.
El
tratamiento de la depresión es largo
Sé
que en muchos casos puede ser útil, pero la verdad es que una cosa
que me fastidia es cuando a una persona que acude a consulta por un
trastorno del estado de ánimo le han pautado un antidepresivo y
avisado de que va a tener que tomarlo “al menos” seis meses,
creando de esta manera unas expectativas poco halagüeñas. La
psicoterapias que han mostrado ser eficaces suelen tener una duración
breve, de alrededor de 3 o 4 meses (si bien es cierto que a veces
hace falta más tiempo). En general, el tratamiento tiende a ser breve.
El
psicólogo (clínico) no es el profesional que trata la depresión
Esta
es una creencia que se apoya en otras anteriores como que la
depresión es una enfermedad y que el mejor tratamiento es la medicación.
En este blog ya he comentado varias veces que el psicólogo
especialista en psicología clínica tiene la misma categoría que
otros especialistas médicos, como los psiquiatras. Y entre sus
competencias están las del tratamiento de los trastornos mentales,
independientemente de su gravedad.
Para
finalizar, y a modo de resumen, añado una tabla basada en las
conclusiones de los artículos, en la que se expone la información
de la que disponemos gracias a la investigación científica sobre la
depresión y su tratamiento.
Ideas
acertadas acerca de la depresión
|
La
depresión es un trastorno, no
una enfermedad
No
se ha demostrado científicamente que exista una causa biológica
(es solo una hipótesis más)
Los
acontecimientos vitales negativos aumentan el riesgo de aparición
de la depresión
La
depresión no es un trastorno crónico
El
optimismo y la extraversión disminuyen el riesgo de depresión
Aunque
en un porcentaje pequeño, algunas personas simulan tener
depresión
La
psicoterapia es eficaz para tratar la depresión
La
psicoterapia no es menos eficaz que los antidepresivos
La
psicoterapia es eficaz también en depresiones graves
La
psicoterapia previene mejor las recaídas y recurrencias que los
antidepresivos
El
tratamiento psicológico de la depresión, por término general,
es breve
El
psicólogo clínico es un profesional cualificado y con
competencias para tratar la depresión
|
Artículos
originales: