viernes, 8 de septiembre de 2023

Curso online: "Psicoterapia a medida".

 

En esta entrada te presento un curso que acabo de organizar, sobre “psicoterapia a medida”, y del que puedes encontrar todos los detalles pinchado en el siguiente enlace: curso online de psicoterapia.

Hablar de hacer una psicoterapia “a medida”, una psicoterapia individualizada o términos similares debería ser, y para muchos lo es, algo redundante, una obviedad. Al fin y al cabo, desde los inicios de la terapia lo que se ha hecho ha sido esto: tratar de entender cada caso de forma individual y, en función del análisis realizado, intervenir de una manera o de otra. Y, realmente, esto es lo que siguen haciendo muchos profesionales (probablemente, los más eficaces). Sin embargo, quizás el asunto no sea tan obvio si te paras a pensar un momento en la situación en la que nos encontramos desde hace algunos años, en la que la terapia, en gran parte, ha ido virando hacia un enfoque en el que pareciera que lo importante fuera hacer un diagnóstico (tipo DSM o CIE) y, en función del mismo, una intervención que haya demostrado su eficacia. Y, desde luego, este planteamiento ha tenido una relevancia muy grande: a nivel de investigación ha servido, como mínimo, para demostrar la eficacia de la psicoterapia.

Piensa en el tipo de formaciones que uno se suele encontrar cuando busca algo que le sirva para aprender acerca de la clínica, acerca de cómo intervenir, de la terapia. Y, salvo contadas excepciones, generalmente te vas a encontrar dos tipos de propuestas. Una tiene que ver con el diagnóstico. Por ejemplo, cursos sobre cómo tratar “trastornos de la personalidad”, “trastornos de ansiedad”, “trastornos de la conducta alimentaria”, etc. Es decir, cómo tratar problemas etiquetados de una forma concreta. Está bien, yo he hecho unos cuantos de este tipo. Estos tienen algunas limitaciones evidentes, empezando por la dudosa validez de los diagnósticos de este tipo y siguiendo por algo fundamental: el tratar a todas las personas de una misma manera (o muy parecida) en función de una variable tan concreta como dichos diagnósticos, sin tener en cuenta otras cuestiones. Además de descontextualizar, en la mayoría de los casos, el problema de la persona. El riesgo es tratar el diagnóstico que tiene la persona y no a la persona que tiene el diagnóstico. La otra propuesta formativa tiene que ver con el enfoque: cursos sobre modelos de terapia específicos. Curso de ACT, curso de terapia centrada en soluciones, curso de terapia cognitivo-conductual… Personalmente, prefiero este planteamiento (aprender un modelo) al anterior (aprender a tratar etiquetas diagnósticas). Tiene sentido, al fin y al cabo, todos necesitamos dominar algún enfoque para que lo que hagamos tenga coherencia y esté fundamentado en conocimientos de psicología. De nuevo, el problema viene por las limitaciones que impone al clínico el hecho de ceñir su práctica a los principios y procedimientos técnicos típicos del modelo de referencia adoptado, especialmente cuando estos no encajan a los/as consultantes o no les sirven.

La formación que os presento se aleja de estos dos planteamientos, aunque no es excluyente. Lo que se propone es poner en primer plano, privilegiar, a la persona que acude a terapia, lo que implica comprender sus características y sus circunstancias, únicas e irrepetibles. Es un curso que se centra en cómo intentar saber qué es lo que necesita esa persona, que será diferente a lo que necesite el siguiente consultante al que atendamos una hora después; cómo trabajar de una manera adaptada a cada caso, siguiendo una serie de principios rigurosos. Porque lo que se trata de ver aquí es una serie de procedimientos que han mostrado su utilidad para hacer una terapia a medida y más eficaz. Procedimientos y herramientas que se centran en la persona, no en el diagnóstico ni en el tratamiento; por lo tanto, son generalizables a diferentes problemas y pueden ser adoptados por terapeutas que trabajen desde distintos modelos teóricos, como así ha demostrado la investigación. Aquí no se privilegia ni a un diagnóstico ni a un enfoque determinado, si no a la persona, lo que es útil para ella, sin caer en una práctica caótica o un eclecticismo ingenuo y acientífico.

El objetivo es poder, de esta manera, maximizar la eficacia de los tratamientos psicológicos y reducir el número de abandonos prematuros. Para ellos vamos a dividir este curso en cinco módulos.

  •        Empezamos revisando cómo el primer contacto, las primeras sesiones, es fundamental. ¿Qué podemos hacer para aumentar la probabilidad de que la persona “enganche” en la terapia, se implique, le vea sentido? Veremos formas de comenzar la terapia con buen pie y reducir la probabilidad de abandonos prematuros, que son muy habituales en las primeras sesiones. Aquí es donde nos jugamos más y donde podemos sentar las bases para una psicoterapia eficaz.
  •        El segundo módulo habla de un procedimiento que ha recibido varios nombres (aquí he elegido el de feedback sistemático) y que nos muestra cómo ir revisando, con la persona, si la terapia le está resultando útil y cómo aprovechar su feedback, en el sentido más amplio, no solo para comprobar si hay avances o no, sino especialmente para tener en cuenta sus ideas acerca de cómo podemos llevar a cabo su terapia, cómo negociar y trabajar con ello de una manera radicalmente colaboradora, teniendo en cuenta sus recursos e ideas sobre el cambio. Porque, como veremos en el siguiente módulo, el factor que más cuenta en la eficacia de la psicoterapia es el/la consultante.
  •         El tercer módulo mostrará de qué forma podemos adaptar, de una manera estructurada y fundamentada, la intervención a ciertas características de la persona, como sus preferencias, formas de afrontar sus dificultades, etc.
  •       Por supuesto, no podemos dejar de lado la alianza terapéutica, que no será la misma para todo el mundo. ¿Qué cosas contribuyen a una buena alianza con una persona determinada? Y, sobre todo, ¿cómo detectar a tiempo rupturas y proceder a su reparación de una manera eficaz y que contribuya a un buen resultado del tratamiento?
  •        Para finalizar, la figura de la/el terapeuta. ¿Qué podemos hacer, como profesionales, para ser lo más eficaces posible y de una manera coherente con todo lo anterior (es decir, poniendo en primer plano al consultante)? ¿Qué habilidades son importantes y cómo desarrollarlas? ¿Cómo hacemos para encontrarnos en el mejor estado posible para ayudar a quienes lo solicitan?

Todo esto lo vamos a hacer en grupos reducidos para que pueda ser lo más práctico posible. Si en terapia hablamos de privilegiar a los consultantes, aquí trataremos de privilegiar a las/os alumnas/os: sus dudas, preguntas, reflexiones, sugerencias, etc. Además, se compartirán diferentes materiales que puedan ser útiles (artículos, referencias, etc.) y se harán sugerencias de ejercicios que llevar a cabo para mejorar las habilidades e intervenciones de las que vamos a hablar. También añadiremos una característica poco habitual: estamos acostumbrados a que, al final de los cursos, nos pasen un cuestionario de satisfacción/evaluación (algo que haremos también); lo que pasa es que este tipo de cuestionarios ayudan a mejorar las siguientes ediciones de los cursos (que no es poco), pero no la que está en marcha. Aquí lo haremos después de cada módulo, contestando un formulario donde se puedan dar sugerencias y hacer críticas, de manera que se puedan tener en cuenta para el siguiente módulo; utilizar el feedback de los participantes para ir mejorando el curso sobre la marcha.

En definitiva, este no es un curso que invente nada nuevo ni exponga una teoría original; es una recopilación de estrategias de intervención que lleva la atención a la importancia de una psicoterapia centrada en la persona como principal factor de cambio y en donde se parte de una postura de humildad terapéutica. 

Espero que nos veamos en este espacio que te ofrezco para ello.