Acaba
de publicarse el último número de la Revista de la AEN, en el que
se encuentra un artículo que he escrito junto con dos amigos y
compañeros. Se titula “Psicoterapia: marca registrada” y es un
escrito que pretende ser una denuncia, al estilo de las entradas de
este blog, acerca de cómo se hace negocio con la psicoterapia y de
ciertas narrativas dominantes en el campo que no parecen
justificadas, a la luz de la evidencia disponible. Un escrito que se
ha ido co-creando poco a poco, cocinado a fuego lento.
El
resumen es el siguiente: En este trabajo se discute acerca
de la excesiva proliferación de diferentes tipos de psicoterapia y
el negocio construido alrededor de los mismos: métodos patentados,
cursos, acreditaciones oficiales, libros, etcétera. Se muestra cómo
la evidencia científica no justifica la práctica habitual de
privilegiar el tipo de tratamiento concreto que se utiliza en terapia
sobre otras variables que han demostrado ser más relevantes,
especialmente aquellas asociadas a la relación terapéutica y a los
factores vinculados a terapeuta y paciente. Finalmente, se plantea la
necesidad de abandonar la competición entre modelos y centrar la
investigación en aquellos factores que hacen de la psicoterapia un
procedimiento eficaz para solucionar problemas de salud mental, más
allá de la marca (paradigma) del tratamiento empleado.
El artículo es de libro acceso
y se puede ver pinchando AQUÍ.
Los modelos de psicoterapia son parecidas a las cabezas de la Hydra...
“Estamos
de acuerdo con lo dicho en 1985 por Thomas Szasz, citado en Kleinke:
“(Los terapeutas) quieren lo que los padres quieren. Quieren
reproducirse a sí mismos. Porque en cuanto un terapeuta comienza a
ser medianamente bueno, lo primero que hace es fundar una escuela y
hacerla suya”. Y más de 30 años después de hacerse esta
afirmación, el panorama no ha cambiado mucho”.
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