lunes, 25 de agosto de 2025

Hay algo de ironía en este post

 ¿Cansado/a de sentirte inseguro/a como terapeuta? Tengo la solución para ti. Solo tienes que seguir las siguientes indicaciones.

4 PASOS PARA SENTIRTE SEGURO/A Y SABER QUÉ HACER CON CADA CASO:

1. Abraza el DSM. Sométete al modelo médico y convierte el manual diagnóstico por excelencia en tu brújula. Dejar de perder el tiempo preguntando por las circunstancias, presentes y pasadas, de la persona y comienza a explorar síntomas psicopatológicos. Si puedes, pasa tests "objetivos" que hagan el trabajo sucio por ti.

2. Trata trastornos, no personas. Trata a los/as consultantes como pacientes, como enfermos, personas en las que algo marcha mal, estereotipándolas. Simplifica tu trabajo y olvídate de las diferencias individuales, culturales, las preferencias, recursos personales, etc. Empieza a ver neurotransmisores mal regulados, genes defectuosos expresándose, pensamientos irracionales, estructuras disfuncionales... Que los árboles (los pacientes) no te impidan ver el bosque (su trastorno).

3. Elige un tratamiento específico en función del trastorno. No tengas en cuenta otros factores, solo este: revisa la lista de tratamientos psicológicos con apoyo empírico para la enfermedad que has diagnosticado y aplica el protocolo manualizado correspondiente. Si te causa inseguridad el hecho de que haya varios tratamientos disponibles, no te compliques la vida: haz terapia cognitivo-conductual y repite con fuerza y de manera acrítica el mantra de que es el "gold-standard" de la psicoterapia.

4. Si la terapia no funciona, culpa al paciente. Al fin y al cabo, tú ya has hecho un diagnóstico y aplicado la técnica adecuada; todo avalado por la CIENCIA. Si el paciente no se toma el tratamiento, es culpa suya que no haya mejoría. Ni se te ocurra plantearte otras explicaciones; no quieres volver a sentir esa inseguridad, ¿verdad?

....

Si, por algún extraño motivo, no te convencen estos pasos, solo se me ocurre otra propuesta: aceptar la inseguridad e incertidumbre como parte natural de esta profesión. Esto implica olvidarse de atajos e ignorar las falsas promesas que dicen que vas a poder saber qué hacer en cada momento con cualquier persona. También implica reconocer, aceptar y honrar las diferencias individuales, así como valorar las fortalezas de los consultantes y entender que no son personas defectuosas, enfermas o desvalidas necesitadas de un terapeuta salvador que les soluciones sus problemas.

Suerte con tu camino, sea el que sea.

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