Muchas
veces se ha cuestionando (y en algunos ámbitos se sigue haciendo) la
utilidad de las intervenciones psicológicas para abordar problemas
de salud mental. Sin embargo, hoy en día dentro de la comunidad
científica no cabe duda de que aquellas son eficaces y así ha
ido demostrado la investigación desde hacia varias décadas. En
esta artículo voy a tratar la cuestión de la utilidad de los
tratamientos psicológicos y la psicoterapia, explicando en qué
consiste esta y para qué trastornos ha demostrado su eficacia, entre
otras cuestiones.
¿Qué
es la psicoterapia?
Podríamos definir la
psicoterapia como una situación más o menos estructurada en la que,
en un contexto determinado, uno o varios profesionales llevan a cabo
una serie de intervenciones fundamentalmente psicológicas (aunque
pueden ser también de tipo social, familiar o médico, por ejemplo)
con una o varias personas que solicitan ayuda para solucionar un
problema relacionado con la salud mental. Estas intervenciones se
basan en un modelo teórico que guía todo el proceso terapéutico y
cuyo fin es alcanzar los objetivos que el/la consultante/s haya
acordado junto con el profesional. Se establece, entre estas
personas, un relación de ayuda y colaboración de tipo profesional.
La disciplina como tal nace a principios del siglo XX y desde
entonces ha estado en constante desarrollo.Los términos “psicoterapia”,
“tratamiento psicológico” o “terapia psicológica” se suelen
emplear indistintamente, aunque para algunas personas son
cosas diferentes. De hecho, en España la profesión de la
psicoterapia en si misma es una actividad alegal, lo cual quiere
decir que no existe una regulación legal, pero tampoco está prohibida.
Esto implica que cualquier persona pueda anunciarse como
“psicoterapeuta” sin que necesariamente haya realizado una
formación adecuada, con los riesgos que esto puede conllevar para la
población. Algunas organizaciones de psicoterapeutas han propuesto
una serie de requisitos para certificar que un profesional es
psicoterapeuta. Pero mientras no haya una regulación, podemos
decir que las personas que están capacitados actualmente en nuestro
país para llevar a cabo tratamientos psicológicos son los especialistas en ciencias de la salud de la rama de la
salud mental: psicólogos clínicos y psiquiatras. La terapia
psicológica se emplean cuando existen problemas o trastornos
mentales y, como ya expliqué anteriormente,
son las profesiones anteriormente mencionadas las que pueden tratar
estos trastornos.
Normalmente se suele hacer una
clasificación del tipo de la terapia según los participantes:
individual, de pareja, familiar y grupal.
¿Funciona
la terapia psicológica? ¿Cómo lo hace? ¿En cuánto tiempo?
Durante la segunda mitad del
siglo XX, en plena expansión de la psicoterapia, empezaron a
realizarse investigaciones cuyo fin era comprobar si
era eficaz, es decir, si servía para resolver los problemas de salud
mental de la gente. Y la respuesta que se ha ido repitiendo una y
otra vez es si, los tratamientos psicológicos son eficaces. Y
esto es así para una variedad de problemas realmente amplia, como se
puede ver más abajo. Como en casi todas las intervenciones
sanitarias, por supuesto, no podemos afirmar que sean eficaces en el
100% de las ocasiones, desgraciadamente. Aunque en muchos casos se
han encontrado porcentajes muy altos de eficacia, hay veces en los
que no da resultado. Múltiples variables pueden estar afectando a
que esto sea así (variables del terapeuta, del tratamiento, del
consultante, etc). Pero repito, esta circunstancia no es exclusiva de
la psicoterapia; también sucede en los tratamientos cardiológicos u
oncológicos, por ejemplo. Seguimos haciendo investigaciones para que
cada vez más personas se puedan beneficiar de los tratamientos
psicológicos.
El mecanismo de cambio de la
psicoterapia no está claro. O mejor dicho, es diferente según el
modelo teórico desde el que se trabaje. Desde un paradigma
cognitivo-conductual, por ejemplo, la terapia funciona en base a
mecanismos de refuerzo de determinadas conductas, extinción de otras
y modificación de pensamientos; para una
terapeuta de familia, el cambio surge de los cambios en las
relaciones entre el paciente y sus familiares; otros terapeutas
asocian la eficacia de las intervenciones a los factores en común
que tienen las distintas terapias, como pueden ser la relación
terapéutica, la empatía o la aceptación incondicional de la
consultante. Algunos autores han señalado que la terapia produce
cambios también a nivel fisiológico, en estructuras del sistema
nervioso. No olvidemos que mente y cuerpo están íntimamente
conectados y se influyen de forma recíproca: a través de la palabra
se pueden producir cambios en el cuerpo y cambios corporales pueden
afectar a la mente.
El número de sesiones que
hacen falta para que existe una mejoría significativa también se
ha estudiado. Inicialmente, cuando la psicoterapia daba sus primeros
pasos, los tratamientos eran largos (podían durar años) y la
frecuencia de las sesiones muy alta (varias veces por semana). Con el
transcurso del tiempo la tendencia ha sido acortar la duración de
la terapia, sin que ello haya supuesto peores resultados. Así mismo,
la frecuencia de las sesiones también se ha modificado, siendo ahora
habitual tener una entrevista semanal al principio, para
posteriormente ir aumentando el intervalo de tiempo entre sesiones.
Hace un poco más de 10 años, los investigadores Hansen y Lambert,
tras revisar una serie de estudios , llegaron a la conclusión de que
la mitad de las personas necesitaba entre 13 y 18 sesiones para que
sus problemas mejoraran lo suficiente. Es decir, con una sesión a
la semana durante 3 o 5 meses se pueden alcanzar los objetivos de la
consulta. Sin embargo, debido a que cada persona tiene sus propias
particularidades, el dato no deja de ser orientativo. Hay personas
que necesitan una atención más prolongada en el tiempo y otras
mucho más corta. Por ejemplo, en una investigación que realicé en
2015 en la que participaron varias compañeras mías, encontramos que
el 43% de los pacientes habían mejorado en cinco sesiones o menos.
Una investigación anterior hecha por compañeros del Servicio deSalud del Principado de Asturias también obtuvo resultados
similares.
¿En
qué casos ha demostrado ser eficaz la psicoterapia?
Existen
multitud de manuales en los que se indican en qué trastornos
mentales se ha demostrado fuertemente la validez de los tratamientos
psicológicos. A nivel internacional, la División 12 de la
Asociación de Psicología Americana también ofrece un listado de tratamientos psicológicos eficaces (cito a los americanos aunque nos queden un
poco lejos, porque en estas cuestiones suelen ser la referencia a tener en cuenta), en el que se
incluyen:
- Depresión
- Ansiedad
- Insomnio
- Pánico (crisis de ansiedad)
- Ansiedad generalizada
- Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia)
- Trastorno bipolar
- Trastorno límite de personalidad
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Estrés post-traumático
- Fobias específicas
- Fobia social
- Uso de alcohol y drogas
- Esquizofrenia y otros trastornos mentales graves
- Dolor crónico o persistente
- TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad)
- Trastornos de la infancia y la adolescencia
Tengamos
en cuenta que las investigaciones habitualmente se centran en el
tratamiento de “trastornos”, que no son más que etiquetas
diagnósticas creadas por los profesionales, con cierto consenso
social. Esto hace menos visible en la literatura científica la utilidad de la terapia psicológica
en otro tipo de problemas como pueden ser los de pareja, los familiares, los sexuales o
los de relación con los demás, dificultades para las que la
psicoterapia también resulta eficaz.
En
definitivamente, en la actualidad prácticamente cualquier dificultad relacionada con
la salud mental puede ser tratada con terapia psicológica de forma
efectiva.
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