miércoles, 3 de febrero de 2016

La terapia psicológica por internet


En la era de la comunicación, la psicología clínica no podía quedarse al margen del rápido avance de las nuevas tecnologías. Este interés no es algo nuevo, desde hace décadas la informática se ha venido aplicando a la psicología de diversas maneras: pruebas dirigidas por ordenador, programas para corregir tests, historias clínicas electrónicas, comunicación por e-mail, mensajería instantánea, etc.

Hoy en día, ordenadores, tablets y smartphones están presentes en un alto porcentaje de hogares españoles, así como conexiones a internet de alta velocidad. Esto, unido a que actualmente las personas viajamos más o cambiamos con mayor frecuencia nuestra ciudad de residencia, ha propiciado el desarrollo de la psicoterapia a través de internet, principalmente mediante videoconferencia. Hoy vamos a ver qué sabemos hasta el momento de este método de terapia. ¿Es eficaz? ¿Tiene los mismos resultados que la terapia en persona? ¿Es un método seguro?























 

Funcionamiento y posibilidades de la “ciberterapia”.

Para tener una consulta online con un profesional solo hacen falta tres cosas: conexión a internet, un dispositivo para comunicarse que tenga cámara y micrófono (ordenador, tablet, teléfono móvil) y una aplicación destinada a tal fin. Siguiendo las instrucciones específicas de cada programa terminaremos conectado con otra persona a la que podremos ver a través de su cámara, así como escucharla y hablar con ella en tiempo real. Así de sencillo. Existen varias aplicaciones que cumplen esta función, entre ellas quizás la más conocida sea Skype, aunque, como veremos después, no es la más recomendable para hacer terapia online debido a ciertos problemas de seguridad y confidencialidad.

Esta modalidad de atención psicológica tiene una serie de ventajas. Por ejemplo, la comodidad de poder hacer la consulta desde tu propia casa o el lugar que tu decidas. Esto también implica, en algunos casos, una disminución de los costes que en ocasiones puede suponer desplazarse hasta el despacho de la psicóloga clínica. Además, redunda en el sentimiento de privacidad de cualquier persona y ayuda a superar los temores a la estigmatización por ir a una consulta de salud mental. También existen algunas desventajas, como posibles problemas con el equipo informático o la conexión a internet que interrumpan la comunicación y la falta de protocolos de actuación en caso de urgencia, entre otras.

La terapia psicológica online puede integrarse y combinarse perfectamente con la consulta en persona. Es un buen método para hacer seguimientos o para aquellas circunstancias en las que el paciente no puede desplazarse temporalmente a la consulta del terapeuta (en caso de viaje o de incapacidad física transitoria, por ejemplo).


Eficacia del tratamiento por internet.

He de admitir que hasta hace poco tenía mis reservas con respecto a la utilidad de este tipo de asistencia. En un curso del Consejo General de la Psicología de España sobre ciberterapias descubrí que no era el único. De hecho, existe más rechazo hacia el uso de las nuevas tecnologías por parte de los psicólogos que por los consultantes. Sin embargo, los datos obtenidos en diferentes estudios nos invitan a acercarnos con mayor confianza a la terapia online.

Algunos de los estudios realizados han observado que la psicoterapia a través de videoconferencia es prácticamente igual de eficaz que la psicoterapia cara a cara, aunque algunos autores desaconsejan su uso en cierto tipo de problemas (trastornos de alimentación, relaciones violentas, abuso sexual o riesgo suicida, entre otros). Es interesante señalar que el tener mayor o menor experiencia previa con el uso del ordenador no afecta a los resultados, los cuales si que se ven incrementados cuando el equipo es mejor y el ancho de banda mayor. La evaluación de la relación terapéutica que hacen los clientes también es similar a la que hacen en las consultas presenciales.


Cuestiones éticas y de seguridad.

La legislación aplicable a la terapia online es la misma que la que tenemos para la terapia cara a cara. Por ello debemos tener muy en cuanto temas como los de la confidencialidad, la privacidad y el manejo de la información.

Como mencioné más arriba, un programa muy utilizado para comunicarse a través de internet es Skype, desarrollado por Microsoft. Este programa ha recibido muchas críticas en cuanto a cuestiones de privacidad. Las condiciones de uso que aceptamos para poder utilizarlo indican que damos permiso a Microsoft para usar los datos de nuestras llamadas. Es decir, consentimos el uso por parte de terceros (la información está disponible para otros, además de para el de terapeuta y la usuaria). Esto, sin duda, puede suponer un verdadero problema para la seguridad de la información del paciente. Recomiendo ver el siguiente video de Javier Rodríguez Escobar, en el que se explica algo más de este problema:





Si usamos Skype como profesionales sanitarios estamos obligados a informar de esta circunstancia a las personas que atendemos y a obtener su consentimiento.

Afortunadamente disponemos de alternativas a Skype que son más seguras, aunque menos conocidas. Algunas como WebEx y GoToMeeting son de pago. Yo recomiendo y uso Jitsi, un programa que cifra las comunicaciones de tal que manera que su contenido es inaccesible para terceros. Tiene la ventaja de que es compatible con diferentes sistemas operativos (Windows, MAC y Linux) y que también puede usarse sin necesidad de descargar la aplicación, simplemente abriendo un navegador y entrando en Jitsi Meet.


Conclusiones.

Los datos obtenidos por medio de diferentes investigaciones indican que la terapia online es eficaz y existe un acuerdo generalizado en que se puede utilizar como apoyo y complemento a la terapia tradicional.

La experiencia con la informática o lo “extraño” de la situación no afecta al buen resultado del proceso terapéutico y los usuarios se adaptan rápidamente a su funcionamiento.

Conviene tener muy presente las cuestiones de seguridad y privacidad. Y esto no solo a la hora de elegir el programa para realizar la videoconferencia, si no también en cuanto a que el dispositivo que usen ambas partes (terapeuta y consultante) esté bien protegido (antivirus y cortafuegos actualizados y activados durante la llamada, como mínimo) frente a amenazas informáticas.

viernes, 29 de enero de 2016

Explicando la terapia psicológica y su eficacia

Muchas veces se ha cuestionando (y en algunos ámbitos se sigue haciendo) la utilidad de las intervenciones psicológicas para abordar problemas de salud mental. Sin embargo, hoy en día dentro de la comunidad científica no cabe duda de que aquellas son eficaces y así ha ido demostrado la investigación desde hacia varias décadas. En esta artículo voy a tratar la cuestión de la utilidad de los tratamientos psicológicos y la psicoterapia, explicando en qué consiste esta y para qué trastornos ha demostrado su eficacia, entre otras cuestiones.

¿Qué es la psicoterapia?

Podríamos definir la psicoterapia como una situación más o menos estructurada en la que, en un contexto determinado, uno o varios profesionales llevan a cabo una serie de intervenciones fundamentalmente psicológicas (aunque pueden ser también de tipo social, familiar o médico, por ejemplo) con una o varias personas que solicitan ayuda para solucionar un problema relacionado con la salud mental. Estas intervenciones se basan en un modelo teórico que guía todo el proceso terapéutico y cuyo fin es alcanzar los objetivos que el/la consultante/s haya acordado junto con el profesional. Se establece, entre estas personas, un relación de ayuda y colaboración de tipo profesional. 

La disciplina como tal nace a principios del siglo XX y desde entonces ha estado en constante desarrollo.Los términos “psicoterapia”, “tratamiento psicológico” o “terapia psicológica” se suelen emplear indistintamente, aunque para algunas personas son cosas diferentes. De hecho, en España la profesión de la psicoterapia en si misma es una actividad alegal, lo cual quiere decir que no existe una regulación legal, pero tampoco está prohibida. Esto implica que cualquier persona pueda anunciarse como “psicoterapeuta” sin que necesariamente haya realizado una formación adecuada, con los riesgos que esto puede conllevar para la población. Algunas organizaciones de psicoterapeutas han propuesto una serie de requisitos para certificar que un profesional es psicoterapeuta. Pero mientras no haya una regulación, podemos decir que las personas que están capacitados actualmente en nuestro país para llevar a cabo tratamientos psicológicos son los especialistas en ciencias de la salud de la rama de la salud mental: psicólogos clínicos y psiquiatras. La terapia psicológica se emplean cuando existen problemas o trastornos mentales y, como ya expliqué anteriormente, son las profesiones anteriormente mencionadas las que pueden tratar estos trastornos.

Normalmente se suele hacer una clasificación del tipo de la terapia según los participantes: individual, de pareja, familiar y grupal.

¿Funciona la terapia psicológica? ¿Cómo lo hace? ¿En cuánto tiempo?

Durante la segunda mitad del siglo XX, en plena expansión de la psicoterapia, empezaron a realizarse investigaciones cuyo fin era comprobar si era eficaz, es decir, si servía para resolver los problemas de salud mental de la gente. Y la respuesta que se ha ido repitiendo una y otra vez es si, los tratamientos psicológicos son eficaces. Y esto es así para una variedad de problemas realmente amplia, como se puede ver más abajo. Como en casi todas las intervenciones sanitarias, por supuesto, no podemos afirmar que sean eficaces en el 100% de las ocasiones, desgraciadamente. Aunque en muchos casos se han encontrado porcentajes muy altos de eficacia, hay veces en los que no da resultado. Múltiples variables pueden estar afectando a que esto sea así (variables del terapeuta, del tratamiento, del consultante, etc). Pero repito, esta circunstancia no es exclusiva de la psicoterapia; también sucede en los tratamientos cardiológicos u oncológicos, por ejemplo. Seguimos haciendo investigaciones para que cada vez más personas se puedan beneficiar de los tratamientos psicológicos.

El mecanismo de cambio de la psicoterapia no está claro. O mejor dicho, es diferente según el modelo teórico desde el que se trabaje. Desde un paradigma cognitivo-conductual, por ejemplo, la terapia funciona en base a mecanismos de refuerzo de determinadas conductas, extinción de otras y modificación de pensamientos; para una terapeuta de familia, el cambio surge de los cambios en las relaciones entre el paciente y sus familiares; otros terapeutas asocian la eficacia de las intervenciones a los factores en común que tienen las distintas terapias, como pueden ser la relación terapéutica, la empatía o la aceptación incondicional de la consultante. Algunos autores han señalado que la terapia produce cambios también a nivel fisiológico, en estructuras del sistema nervioso. No olvidemos que mente y cuerpo están íntimamente conectados y se influyen de forma recíproca: a través de la palabra se pueden producir cambios en el cuerpo y cambios corporales pueden afectar a la mente.

El número de sesiones que hacen falta para que existe una mejoría significativa también se ha estudiado. Inicialmente, cuando la psicoterapia daba sus primeros pasos, los tratamientos eran largos (podían durar años) y la frecuencia de las sesiones muy alta (varias veces por semana). Con el transcurso del tiempo la tendencia ha sido acortar la duración de la terapia, sin que ello haya supuesto peores resultados. Así mismo, la frecuencia de las sesiones también se ha modificado, siendo ahora habitual tener una entrevista semanal al principio, para posteriormente ir aumentando el intervalo de tiempo entre sesiones. Hace un poco más de 10 años, los investigadores Hansen y Lambert, tras revisar una serie de estudios , llegaron a la conclusión de que la mitad de las personas necesitaba entre 13 y 18 sesiones para que sus problemas mejoraran lo suficiente. Es decir, con una sesión a la semana durante 3 o 5 meses se pueden alcanzar los objetivos de la consulta. Sin embargo, debido a que cada persona tiene sus propias particularidades, el dato no deja de ser orientativo. Hay personas que necesitan una atención más prolongada en el tiempo y otras mucho más corta. Por ejemplo, en una investigación que realicé en 2015 en la que participaron varias compañeras mías, encontramos que el 43% de los pacientes habían mejorado en cinco sesiones o menos. Una investigación anterior hecha por compañeros del Servicio deSalud del Principado de Asturias también obtuvo resultados similares.

¿En qué casos ha demostrado ser eficaz la psicoterapia?

Existen multitud de manuales en los que se indican en qué trastornos mentales se ha demostrado fuertemente la validez de los tratamientos psicológicos. A nivel internacional, la División 12 de la Asociación de Psicología Americana también ofrece un listado de tratamientos psicológicos eficaces (cito a los americanos aunque nos queden un poco lejos, porque en estas cuestiones suelen ser la referencia a tener en cuenta), en el que se incluyen:
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Insomnio
  • Pánico (crisis de ansiedad)
  • Ansiedad generalizada
  • Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia)
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno límite de personalidad
  • Trastorno obsesivo-compulsivo
  • Estrés post-traumático
  • Fobias específicas
  • Fobia social
  • Uso de alcohol y drogas
  • Esquizofrenia y otros trastornos mentales graves
  • Dolor crónico o persistente
  • TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad)
  • Trastornos de la infancia y la adolescencia
Tengamos en cuenta que las investigaciones habitualmente se centran en el tratamiento de “trastornos”, que no son más que etiquetas diagnósticas creadas por los profesionales, con cierto consenso social. Esto hace menos visible en la literatura científica la utilidad de la terapia psicológica en otro tipo de problemas como pueden ser los de pareja, los familiares, los sexuales o los de relación con los demás, dificultades para las que la psicoterapia también resulta eficaz.

En definitivamente, en la actualidad prácticamente cualquier dificultad relacionada con la salud mental puede ser tratada con terapia psicológica de forma efectiva.