El
debate en torno al denominado “Veredicto del Pájaro Dodo”,
una metáfora que hace alusión a la eficacia similar hallada al
comparar los resultados generales
de los grandes enfoques de psicoterapia, ha generado ríos de tinta
dentro de la literatura especializada. En muchos casos, la discusión
se ha convertido en el enfrentamiento de dos posturas polarizadas:
aquella que defiende lo anterior, que no es el tipo de tratamiento o
la técnica en particular lo que más contribuye a la mejoría de las
personas, si no los factores comunes a los distintos modelos (la
alianza terapéutica, instilación de esperanza o adaptar la
intervención a determinadas características de la persona, por
ejemplo) y otra que afirma que los factores específicos, y no los
compartidos, son los más influyentes en los resultados de la terapia
psicológica. Estas dos formas de ver el proceso terapéutico cuentan
con pruebas que apoyan sus afirmaciones y, a su vez, con evidencias
en contra de lo que defienden “los que están
equivocados”. En
más de una ocasión el debate se ha vuelto encarnizado, con duras
críticas entre ambas posturas. En mi opinión, no se trata de una
cuestión “o es esto o es lo otro”,
si no de “es esto y también lo otro”.
Abogo más por la integración de los datos que ofrecen las
investigaciones de unos y de otros que por una competición que
persiga ver quién tiene razón.
Por desgracia, algunas personas han malinterpretado la idea que hay detrás de este veredicto y consideran que es equivalente a decir algo así como que "todo vale" en psicoterapia. Pero no, con esto no se afirma que cualquier intervención pueda ser útil, independientemente de su forma y que, por lo tanto, se puede dar luz verde a cualquier tipo de terapia. Se trata de señalar que los modelos serios y coherentes que han sido estudiados, de forma sistemática y adecuada, han mostrado ser eficaces. Tampoco se afirma que se pueda trabajar sin un modelo sensato (no existe una intervención basada en factores comunes sin más).
En cualquier caso, el tema de
esta entrada no es reflexionar sobre esto. Como decía, ya hay mucho
escrito sobre la cuestión, y estoy convencido que durante años las
páginas de las revistas científicas y los libros de psicoterapia
seguirán acogiendo opiniones y estudios al respecto. Lo que hoy
quiero comentar brevemente es la publicación de un artículo en el
que he colaborado y que aborda el Veredicto del Pájaro Dodo desde
una óptica, hasta donde yo sé, totalmente novedosa: la memética.
Xacobe Fernández, psicólogo
clínico de los Badalona Serveis Assistencials,
es el verdadero artífice de esta
original idea: adoptar un enfoque cultural concreto (la memética)
para analizar cómo ciertas ideas se transmiten en psicoterapia y las
posibles repercusiones que pueden tener.
“Dado
que los seres humanos somos capaces de imitar información del
entorno, estos contenidos se pueden replicar por imitación, mutar, y
seleccionar. De este modo, los organismos replicadores de esta
información, en lugar de cadenas de aminoácidos, serían los
procesos mentales superiores, expresados habitualmente en forma de
lenguaje. Esta información imitable, equivalente al gen, sería el
meme. Al igual que en genética se habla del “acervo genético”,
a la totalidad de las informaciones propagadas a las que nos acabamos
de referir las llamaríamos “cultura”.
La
velocidad de propagación de los memes es drásticamente mayor que la
de los genes. Por ende, la evolución del ecosistema cultural es
mucho mayor y más maleable que la del ecosistema biológico. Esto
implica que el código memético está en constante cambio y
evolución, produciéndose grandes transformaciones y mutaciones en
poco tiempo”.
Gracias
a Xacobe he descubierto un tema que era desconocido para mi y que da
para mucho más de lo reflejado en el artículo (cuestiones de
espacio han impedido un desarrollo más extenso), aplicable a
múltiples ámbitos de la vida, pero especialmente importante cuando
tiene que ver con profesiones asistenciales como la nuestra, en la
que lo social, cultural, ideológico y político pueden influir (y,
de hecho, lo hacen) de forma sustancial en la producción científica
y en las ideas, mitos o memes que pasan a formar parte del
conocimiento compartido por la comunidad.
Es un
trabajo que requiere una lectura pausada y reflexiva para poder
captar toda su esencia e implicaciones. Espero que aquellas personas
que os animeis a leer el artículo lo encontreis de vuestro agrado. Os dejo con el resumen:
“El
debate acerca de la eficacia diferencial de los distintos modelos de
psicoterapia y el conocido como “veredicto del Pájaro Dodo”, el
hecho de que se haya encontrado una eficacia equivalente entre
diferentes enfoques terapéuticos, es analizado en ese trabajo desde
una nueva óptica cultural: la memética. Un meme es una unidad de
información cultural que se replica y evoluciona por mecanismos de
selección. La memética es el campo que se ocupa del estudio de los
memes y de cómo se distribuyen y evolucionan. En este artículo nos
proponemos analizar conceptos importantes de la psicoterapia y la
psicología clínica desde el enfoque de la memética. Consideramos
que esta perspectiva tiene importantes implicaciones en la
conceptualización, estudio y mejora de la psicoterapia, arrojando
luz sobre aspectos estancados y ofreciendo nuevas posibilidades
investigadoras”.
Memética outtake.
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