Estamos
en penumbra. Fuera, está nevando. Cada vez más. El calor que emana
de la calefacción contrasta con la temperatura que marca el panel
digital: 0 grados. Se está bien aquí dentro, lo cual ayuda a
sobrellevar la perspectiva de un viaje largo y lento. Más adelante,
nos encontraremos la autopista cerrada y habrá que esperar hasta que
el temporal remita lo suficiente para que podamos ponernos en marcha
de nuevo. Es un buen momento para empezar a recopilar información
para esta entrada del blog. Así que echo mano al teléfono móvil y
comienzo mi particular encuesta.
Días
antes, mi amigo César, residente PIR de cuarto año en Valencia, me
había mandado un mensaje de texto que decía algo así como “¿Qué
libro me recomiendas?”. No había ninguna otra especificación,
simplemente esa petición. Dicha solicitud me llevó a reflexionar
sobre la posibilidad se elegir un libro (y solo uno) de entre todos
los que he leído relacionados con la psicología clínica. Fui
incapaz de encontrar una respuesta, así que terminé hablándole de
al menos una docena de ellos y remitiéndole a aquella otra entrada en la que recomendé 10 libros.
La
cuestión es que en mi cabeza siguió bailando aquella idea de
seleccionar un único volumen y se me ocurrió compartir semejante
dilema con un grupo de psicólogos clínicos, doctores en
psicología varios de ellos, profesionales que acostumbran a devorar
libros y con un amplio bagaje en la materia. Aunque ciertamente no
son los títulos ni la experiencia el motivo por el que les hice esta
consulta, si no el aprecio que siento por ellos y ellas. Les une,
además, el hecho de ser administradores de un grupo de Facebook
(Psicología Clínica en España [Outsiders]) que supera los 12.000
miembros.
La
consigna que les di era sencilla (o no): elige un único libro
relacionado con la psicología clínica, una obra que te haya
marcado, que te parezca imprescindible o de las últimas que hayas
leído, explicando el por qué de tu decisión. Veréis que algunos
no han podido resistir hacer más de una recomendación, lo que
demuestra que la cuestión no era sencilla de resolver. El resultado
ha sido una lista muy interesante, no solo por los títulos
escogidos, si no por el significado que en muchos casos tienen para
las personas que los han seleccionado. Espero que los disfrutéis.
Mientras
tanto, el temporal amenaza con seguir dando guerra; yo amenazo con
repetir el experimento, pero en esta ocasión con los libros elegidos
por amigos y compañeros de residencia.
Sergio Sánchez recomienda
“Raising Parents: Attachment, Representation, and Treatment”, de
Patricia Crittenden, y nos dice que “hay un conjuno de casos de tal
complejidad que seguir la senda de los síntomas no aclara ni siquiera
la naturaleza o función de los mismos (particularmente en trastornos de la personalidad graves). Para dar sentido al trabajo terapéutico o incluso antes, al
establecer las hipótesis diagnósticas, solemos tirar de historia
vincular, particularmente en la edad temprana, procesos relacionales
establecidos con figuras vinculares de referencia. Es aquí donde
Patricia Crittenden nos ofrece una teoría de la psicopatología
evolutiva básica como eje fundamental para comprender el proceso
psicopatológico, formular hipótesis de desarrollo y por lo tanto
orientar el trabajo terapéutico; se trata de un trabajo para esos
casos en los que "solo se ven nubes". De lectura compleja
pero extremadamente enriquecedora”.
Carlos Losada destaca “Un estudio sobre la depresión”, de Carlos
Castilla del Pino. “Por un lado, presenta ideas muy útiles y
vigentes; por otro lado, deja intuir entre líneas lo que estaba
ocurriendo en la psiquiatría del momento; y está bien
escrito”.
Javier Prado nos recomienda dos lecturas. La primera de ellas, “Human
Change Processes: The Scientific Foundations of Psychotherapy”, de
Michael Mahoney, “porque es un libro que se siente, no que se lea.
Y porque no conozco a nadie que me haya transmitido una sensación
tan potente de la intimidad que se vive en la relación terapéutica”.
La segunda, “Interpersonal Process in Cognitive Therapy”, de
Safran y Segal, “porque, además de ser un libro excelente desde
una perspectiva teórico-técnica, es un cuidadoso, minucioso y
ejemplo paso a paso sobre cómo se construye un modelo de integración
en psicoterapia. Así mismo es apasionante leer, en clave años 90,
sobre aspectos que actualmente parecieran muy novedosos. Me pareció
un aventajado a su época”.
Vanessa Vilas nos cuenta lo siguiente: “recuerdo especialmente “La
entrevista psiquiátrica en la práctica clínica” de Mackinnon, Michels, y Buckley, y “Realidad Mental y
Mundos Posibles: los actos de la imaginación que dan sentido a la
experiencia” de Jerome Buner, que me parece un lujo para un
practicum”. Recomienda también su última lectura, “que creo
que en nuestro contexto es tan atrevido como en su momento fue
“Modelos mentales de Locura" (…) Es de esos libros que en pocas
páginas dice muchas cosas y obliga a la reflexión y autoreflexion.
Y el paso del tiempo le añadirá valor. “Salud mental y
capitalismo”, escrito por Ángeles
Maestro, Enrique González Duro, Guillermo Rendueles, Alberto
Fernández Liria e Iván de la Mata Ruiz, es una compilación de cinco
artículos, un ensayo político que ofrece un análisis crítico y
advierte de las falacias «culturales» de la comunidad “psi”. El
neoliberalismo, es mucho más que una nueva expresión del
capitalismo, es una nueva forma de sociedad y explica la
transformación que se ha producido en la subjetividad a lo largo de
la historia, que nos permite entender el discurso hegemónico de la
psiquiatría y del resto de la disciplinas “psi” en la época
neoliberal. Analiza la historia reciente de la psiquiatría y su
relación con el devenir de la sociedad del riesgo, el desarrollo de
la industria farmacéutica y las consecuencias sociales y políticas
que de ella se derivan. La medicalización, consumo ilimitado e
indefinido de psicofármacos que anestesian el sufrimiento humano. El
sufrimiento humano con un origen claramente social se trata como
trastornos mentales. Creo que es importante reflexionar sobre si
hemos caído, de nuevo, en un nihilismo terapéutico, bien por
conformistas, por resignación o por cómplices. Invita a revisar
nuestros relatos sociales que pesan en nuestra práctica clínica y
en nuestra posición en el debate público, que requiere compromiso.
Es un libro que destaca por su pensamiento crítico social, política
y culturalmente. La atención sanitaria en los sistemas occidentales
de seguridad social son sistemas de seguridad social paliativos que
no hacen prevención socioeconómica y están negando las
causas sociales de la pérdida de salud. Es un libro necesario”.
Sabela Bermúdez se queda con “Modelos de locura”, de Read, Mosher y
Bentall, “por aportar, en un momento que se no se escuchaban muchas
voces disidentes, una comprensión a los síntomas psicóticos más
allá del modelo médico. Por mostrarnos el poder de las industrias
farmacéuticas. La importancia de escuchar a las personas y su
historia”.
Bernat Carreras recuerda un libro que le gustó mucho cuando comenzó la
residencia, “Pescando barracudas”, de Joel Bergman. “Lo
recomendaría porque, además de ser de lectura sencilla y divertida,
ayuda a ubicar mejor a aquellos paciente y/o familias que acuden a ti
tras varios intentos previos con otros terapeutas, así como evitar
trampas que sortear”.
Felix Inchausti se decanta por “El día que Nietzsche lloró”, de Irvin
Yalom. “
Es
la primera novela escrita por Irvin Yalom, catedrático de
Psiquiatría en la Universidad de Stanford y psicoterapeuta. Es un
teórico de la psicoterapia existencial, con especial preocupación
por la relación psicoterapeuta y paciente. Toda su obra se
caracteriza por lo antes mencionado, tanto en el aspecto de obras
profesionales, como de sus novelas de ficción. El día que Nietzsche
lloró es su primera novela de ficción, escrita en 1992. En ella
aparecen personajes muy relevantes en la historia de la Psicología,
como Sigmund Freud, su amigo íntimo Josef Breuer y Friedrich
Nietzsche. Otros personajes reconocidos son el compositor alemán
Richard Wagner, el filósofo Paul Rée, y Lou Andreas-Salomé,
escritora alemana de origen ruso. Yalom presenta como planteamiento
inicial un encuentro ficticio entre Breuer, Freud y Nietzsche que tiene como resultado el inicio del psicoanálisis.
Lo relevante, bajo mi punto de vista, de esta novela es que presenta
una magnífica reflexión sobre la vida, donde los dos protagonistas,
Nietzsche y Breuer, descubren al final que se ayudaron el uno al otro
sin darse cuenta. Algo muy frecuente en terapia y que no debemos
olvidar; el terapeuta termina aprendiendo mucho más de sus pacientes
que ellos del terapeuta. Muy recomendable también para los amantes
de la filosofía, la literatura y la música”.
Raül Vilagrà recomienda “Origins of Mental Illness: Temperament,
Deviance and Disorder”, de Gordon Claridge, “uno de esos autores
que a veces pasan desapercibidos, pero que fue clave al desarrollar
la idea de dimensionalidad desde una personalidad normal hasta la
patología. Lo elijo porque fue determinante en la forma de entender
patología y normalidad, y eso es algo que siempre aplico en mi
intervención. Mi idea de base es que para poder acercarse a una
persona que sufre, primero debes acercarte a ella al buscar factores
comunes psicopatológicos en tu “normalidad”. Esa fue mi punta de
lanza al entender la terapia de la psicosis (…) La investigación
que llegué a hacer también fue totalmente influida” por estas
ideas.
Xacobe Fernández destaca “Medios narrativos para fines terapéuticos”,
de Michael White. “Me abrió la mente al postmodernismo. Mi primer
acercamiento a Foucault y una base sólida para una maniobrabilidad
inimaginable. El descubrimiento de que la antropología algo tiene
que decir en lo que hacemos. El uso de cartas me ha desatascado un
caso perdido más de una vez. En definitiva, este libro transmite
tres o cuatro ideas potentes, sacudieron mi mundo y ampararon una
apertura de mente”.
No me queda más que mostrar mi agradecimiento público a este grupo de fenómenos de la Psicología Clínica. ¡Muchas gracias!